

Hace apenas unos días, el 19 noviembre, se celebraba el Día Internacional de la Mujer Emprendedora.
Cómo las «causalidades» no existen, ayer mismo recibíamos el título de Registro de Marca por la Oficina Española de Patentes y Marcas. Tras seis meses de espera, por fín Taisha-Centro de Reducción del Estrés tiene su nombre propio, logo y energía.
Y aprovechando ese Día de la Mujer Emprendedora no voy a pasar de largo el darme a mi misma algún regalo a modo de elogio. No suelo acostumbrar a hacerlo, hay quien dice que en ocasiones soy excesivamente humilde y sencilla.
Pues sí, no voy a negar que no ha sido fácil. Desde ese maravilloso año 2008 donde me atreví, tragando saliva y temblando , a dar mis primeras clases de taichí y chikung en un Ayuntamiento mientras alternaba mi trabajo de ingeniera en la oficina….han pasado muchas cosas.
Entre ellas, dar el paso al abandono definitivo de la ingeniería para dedicarme a lo que me gusta.Seguir formándome en nuevas escuelas de chikung, obtener mi profesorado de yoga en Madrid, formarme en 2010 en mindfulness y compasión, iniciarme en psicología, certificarme en Hipopresivos, así como un añadido mayor. Las formaciones están ahí, como una base. Pero tu verdadera técnica te la va a aportar tu propia práctica diaria.
Y no, no ha sido fácil. Muchas veces he pensado en tirar la toalla El paso cómodo de tener tu nómina a final de mes a sobrellevar tus sueños como Autónomo ha tenido sus «más y sus menos». Entre ellos, el abandono temporal de las clases a consecuencia de un cáncer que resurgió.Volver a superarlo, aprender y comenzar . ¿Cómo? Esta vez abriendo mi propio centro,hace cuatro años, bajo mi nombre en mapuche Yanara (Hija del Sol), luego la pandemia, y tras ella ,nueva apertura con cambio de nombre: Taisha-Centro de Reducción del Estrés. Un lugar donde sigo creciendo, riendo, acompañando y soñando. Porque la vida sin sueños ni ilusiones se vuelve yerma. Quiero agradecer a todas las personas que me han acompañado en este viaje y han creído en mi: a mi marido, amigos, familia, suegra, y a mi querido cirujano y amigo Ramón.
Por ellos y por mi , porque he sido valiente con su ayuda, va ese brindis de pacharán. ❤