ESTHER TOMÁS FERNÁNDEZ (Directora Centro Taisha)
– Diplomada en Ingeniería Técnico Agrícola (Universidad Miguel Hernández)
– Primer año de psicología por la UNED
– Profesora de yoga por Nirakara (dirigido por Gustavo G. Diex). Certificada en meditación en yoga por Danilo Hernández. Formación y práctica en Bhakti yoga por Jagannath Das en 2008.

– Profesora de taichí y qi gong por la Federación Española de Taekwondo tradicional y artes marciales en 2005. Instructora de chikung con Félix Castellanos y el maestro Wang Xiajun (Tantien), con prácticas en China en el viaje de instructores. Certificada en Esgrima de taichi por Nuria Leonelli y diversas formaciones por diferentes ciudades.
– Formada en mindfulness desde 2010 por AMYS (Asociación de Mindfulness y Salud) de la cual soy socia y fui coordinadora de prácticas de grupos en Alicante. Desde septiembre 2019 a abril 2020 he formado parte de la Junta Directiva de AEMind (Asociación Española de Mindfulness) en calidad de secretaria. Certificada por Fernando Torrijos en Mindfulness para la Reducción del Estrés (MBSR) y en Terapia Cognitiva basada en Mindfulness (MBCT) por AEMind. Desde hace diez años me he formado con diferentes profesores en seminarios, retiros, charlas y congresos en mindfulness y compasión: Vicente Simón, Marta Alonso, Fernando Torrijos, Gustavo G. Diex, Dora Gil, Ramón Bayés, Ronald Siegel, Enrique Martínez Lozano, Fabrizio Didonna, etc. En la actualidad sigo experimentando y formándome en mindfulness para el dolor, el sufrimiento y la enfermedad. Profesora de Mindfulness y Compasión MBPM RespiraVida BreathWorks, acreditada y capacitada para la impartición del programa «Mindfulness y Compasión para la Salud-MBPM»
– Practicante de Reiki Usui tibetano y Karuna desde 2007 y Maestría en Reiki Usui tibetano en 2017.
– Desde hace unos años estoy certificada en hipopresivos LPF y formada en Wall series por International Hypopressive Institute, que también utilizo para la gestión del estrés y prácticas posturales.
– Además de mis clases semanales y talleres, colaboro en asociaciones de fibromialgia y de vecinos, en eventos, y retiros de silencio relacionados con mindfulness y compasión a los que soy invitada en calidad de profesora de trabajo corporal y yoga mindful-compasivo. En los últimos cuatro años he participado en institutos y empresas impartiendo yoga e iniciación de meditación mindfulness.

¿Cómo una ingeniera pasa a dedicarse en cuerpo y alma a las artes internas?
Siempre fui una “buscadora”. No sabía qué buscaba, pero la vida me llevaba a través de acontecimientos, que hacían tambalear las tranquilas aguas de la existencia, a experimentar el dolor y el sufrimiento a través de la enfermedad. Ella fue, a mis 23 años, la gran maestra que dio inicio real a un despertar en el que todo lo sucedido con anterioridad era sumamente agradecido.
Desde niña me gustó ayudar a la gente y conectar con la naturaleza, mi gran pasión. Aunque crecí imitando asanas de los libros de yoga de mi hermano, mi verdadero contacto con la meditación y visualización surgió a mis 19 años, mientras cursaba Ingeniería Agrícola. ¡Cuánto disfrutaba de mis amaneceres practicando ese yoga ocular con visualizaciones y pranayamas que permitieron trascender mi mente agitada y oscura a una mente más optimista y clara!
En 1998 me inicié en la práctica semanal de Hatha yoga, que me apasionó y me transformó desde mi primera clase. Aún recuerdo las primeras relajaciones guiadas y cómo se comenzó a transformar mi cuerpo, mi postura y estado de ánimo. Tras dos años de práctica grupal me vi obligada a su abandono bajo el diagnóstico de una enfermedad grave y decidí mi práctica autónoma para compaginarla con los tratamientos hospitalarios. Ese fue mi verdadero yoga extrapolado a la vida.
Mis grandes pasiones siempre surgieron a raíz de algún desajuste de mi cuerpo a modo de enfermedad, y así es como años más tarde, en esa búsqueda de equilibrio, la vida me mostró en 2003 el taichí y el chikung. ¡Qué agradecida es la vida, cuando parece que estamos perdidos y nos ofrece herramientas para ayudarnos a sanar y a reencontrarnos con nuestra auténtica esencia!. El yoga, el taichí y el chikung se convirtieron en unos aliados durante mi trayectoria vital que ya nunca abandonaría.
Y sucedió lo que tenía que suceder. El abandono de mi profesión de ingeniera para dedicarme en cuerpo y alma a estas tres disciplinas que han permitido que disfrute del cuerpo, de la mente, de la vida misma, y sobre todo, de poder compartir y ayudar a otras personas a recorrer este camino de la existencia. No hay nada más bonito que la sonrisa de unos ojos agradecidos fusionados en un cálido abrazo.
En 2010, tras conocer al doctor Vicente Simón, me involucro de lleno en meditación mindfulness, con la sensación de haberla practicado de manera innata en episodios anteriores de mis vivencias.
El reiki también ha sido un compañero de todos estos años que me ha permitido dar calidad a mi corazón y a mi vida, así como ayudar a otros de manera presencial o a distancia.
Recientemente, desde hace dos años, hago uso de los conocimientos adquiridos en la técnica hipopresiva para aplicarlos no solo al fortalecimiento del suelo pélvico y la respiración, sino también al estrés y a enriquecer mi práctica y clases de taichí, chikung y yoga de una forma global.
Tras doce años dedicada a la docencia por centros de distintos municipios impartiendo clases de yoga, taichí, chikung, mindfulness, hipopresivos y reiki, surge la inquietud sincera de crear algo desde el corazón, para poder ayudar a las personas en aquello que me preocupa y considero el origen en gran medida de la infelicidad de nuestra sociedad y de buena parte de las enfermedades: el estrés mal gestionado. Me encanta ver a la gente feliz y sana, y el estrés lo limita enormemente. Así surge, en noviembre de 2018 este proyecto vital, Yanara, un centro holístico de reducción del estrés, en el que poder fusionar cada una de esas técnicas que han acompañado mi vida y con las que poder acompañarte y adaptar la práctica que elijas según tu necesidad y condiciones. Yanara no es un gimnasio, es un lugar de regocijo y reencuentro con tu interior, para hallar el equilibrio de tu cuerpo que te regrese de nuevo al camino de vuelta a casa, tu verdadera paz y calma. Siempre estuve muy vinculada al Sol, y Yanara es mi nombre en lengua mapuche cuyo significado es Hija del Sol. Queremos que brilles cada día con luz propia, como el Sol que guardas dentro de tu corazón, y puedas así, libremente, iluminar a otros.
Nuestras instalaciones
El Centro Taisha dispone para la realización de sus actividades de una acogedora y cálida sala con un amplio espejo. Decorada con un ambiente oriental y zen, mediante un fengshui apropiado. Los alumn@s se encontraran en unas condiciones óptimas que incitan a la relajación y la calma.






Se dispone de un amplio aseo unisex , un vestuario con material (esterillas, tacos, cinturones, pelotas miofasciales, sillas, etc.) y un espacio habilitado con camilla para las terapias de reiki. Un espacio versátil según actividad y asistentes a la misma, con un aforo máximo de treinta personas en conciertos de cuencos y relajaciones tumbadas.
Una recepción totalmente iluminada de manera natural y muy soleada, donde podrás observar desde la propia sala, el reflejo de las vistas de los árboles del parque en el que nos hayamos situados.
Sin lugar a dudas, un espacio creado con auténtico cariño y mimo para ti, para cuidar de tu bienestar.
¿Dónde encontrarnos?
Nos encantará resolver cualquier duda y por eso puedes usar cualquier medio de contacto de los que te ofrecemos a continuación:
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